Padres, mujeres, desempleados, afroamericanos y adultos con problemas de salud mental aumentaron su consumo de alcohol entre febrero y abril, según un estudio publicado por RTI International, un instituto de investigación sin fines de lucro en Research Triangle Park.
"Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre y del huracán Katrina también, hubo un aumento sostenido en el consumo de alcohol", afirmó Carolina Barbosa, economista de salud de RTI. "Las semanas de aislamiento impuestas por las políticas de confinamiento en el hogar y la escala de la actual pandemia no tienen comparación con estos desastres recientes".
RTI encuestó a casi mil personas en línea en Estados Unidos el mes pasado para ver cómo cambió su consumo de alcohol entre febrero y abril.
Los estados de todo el país implementaron diferentes medidas de confinamiento a partir de marzo para reducir la propagación del COVID-19. El gobernador Roy Cooper ordenó a los habitantes de Carolina del Norte que se quedaran en sus casas a partir del 25 de marzo.
Los encuestados aumentaron en promedio su consumo diario de alcohol de 0.74 bebidas en febrero a 0.94 en abril, indicó RTI.
Alrededor del 35 por ciento reportó beber en exceso en abril, comparado con el 29 por ciento en febrero, y el 27 por ciento reportó “beber sin parar”. La encuesta no diferenció entre los diferentes tipos de alcohol.
El National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism recomienda a las mujeres no consumir más de tres bebidas por día y siete bebidas por semana y a los hombres no más de cuatro bebidas por día y 14 bebidas por semana. RTI definió el consumo excesivo de alcohol como alguien que bebiera más de este total. El consumo “sin parar” de alcohol, según la RTI, se da cuando un hombre consume más de cuatro bebidas en dos horas y una mujer más de tres en el mismo lapso.
Alrededor del 10 por ciento de los encuestados no bebe en absoluto, según el estudio.
"También vimos grandes aumentos en el consumo entre aquellos que no bebían en exceso de las pautas recomendadas en febrero", señaló Barbosa. "Y esto es especialmente preocupante, porque no se trata de personas que siempre bebieron mucho y de repente bebieron más, sino de personas que bebían dentro de las pautas ya ahora bebieron mucho más".
Las ventas de alcohol a nivel nacional subieron un 26 por ciento entre marzo y junio de este año en comparación con el año pasado, según Nielsen Corp.
Las ventas de licor en Carolina del Norte subieron un 21 por ciento el mes pasado comparado con junio del año pasado, informó la N.C. ABC Commission. Las ventas también subieron un 21 por ciento en marzo.
El consumo de alcohol debilita el sistema inmunológico y hace a las personas más susceptibles al COVID-19, señaló RTI.
Un vistazo más cercano a los números
El estudio desglosa las respuestas de los encuestados por raza. Los blancos reportaron consumir alrededor de un trago por día, que es más que cualquier otro grupo racial, pero los afroamericanos reportaron el consumo más excesivo de alcohol, según el estudio. RTI indicó que el 66 por ciento de los encuestados eran blancos; el 19 por ciento, hispanos; el nueve por ciento, afroamericanos, y el siete por ciento, "otros".
"Como vimos con las mujeres, los encuestados no blancos aumentaron más en términos relativos porque esos grupos bebieron menos que los encuestados blancos en febrero", dijo William Dowd, economista de investigación de RTI.
Las mujeres reportaron más ingesta “sin parar” y consumo excesivo de alcohol que los hombres entre febrero y abril. Los desempleados bebieron el doble que las personas con empleo en los últimos meses. Alrededor del 30 por ciento de los encuestados afirmó que bebía siete días más al mes que antes de la pandemia del COVID-19.
"Alrededor de una cuarta parte de la muestra informó tener niños en el hogar, y tres cuartas partes no. Los encuestados con niños reportaron un incremento en las bebidas por día que fue más de cuatro veces mayor en promedio que el subgrupo sin niños", indicó Dowd.
Las personas que viven en el oeste bebieron 0.35 más bebidas en abril que en febrero, el aumento más alto de cualquier región. Las personas que viven en el sur informaron haber consumido 0.16 más bebidas de lo habitual durante este periodo.
¿Por qué la gente está tomando más?
RTI cree que la gente bebió más en abril que en febrero porque la gente tenía más tiempo de ocio y estaba estresada por la pandemia del coronavirus. Las políticas laxas sobre el alcohol facilitaron que estas personas compraran más alcohol, señaló Barbosa.
"Después de la promulgación de las órdenes de confinamiento en casa en muchos estados y la relajación de varias regulaciones estatales sobre el alcohol, el consumo de alcohol, incluyendo el beber por encima de las pautas recomendadas y el beber sin parar, aumentó", dijo Barbosa.
Funcionarios estatales de Maryland, Nueva Jersey y Nueva York consideraron que las licorerías eran esenciales y que los restaurantes de Nueva York, Vermont, Nebraska, Colorado y California podían vender bebidas para llevar y en entrega a domicilio.
Sin embargo, Carolina del Norte no ha relajado las restricciones sobre el alcohol, dijo Jeff Strickland, vocero de la N.C. ABC Commission. Pero el estado está permitiendo que las tiendas vendan alcohol para ser recogido en la acera mientras estos negocios pasan apuros debido a la pandemia.
"Carolina del Norte ... de hecho ha endurecido” las regulaciones sobre el alcohol, dijo Strickland. "Por ejemplo, no se permitió el consumo de alcohol en ningún negocio permitido por la ABC durante la Fase Uno, y algunos negocios aún no pueden tener consumo en el lugar durante la Fase Dos".
Carolina del Norte sigue en la Fase Dos del plan de reapertura del coronavirus del estado. El gobernador Roy Cooper anunció el martes que extendería el plazo de esta fase otras tres semanas por segunda vez.
Los bares siguen cerrados en la Fase Dos, pero los restaurantes pueden abrir a la mitad de su capacidad.
La entrega a domicilio de cerveza y vino es legal en Carolina del Norte, según la National Alcohol Beverage Control Association.
La semana pasada el Condado de Orange limitó las ventas en los restaurantes y les prohibió la venta de bebidas, incluyendo alcohol, después de las 10 p.m., informó NandO. Funcionarios de los Condados de Durham y Wake no tienen planes de implementar restricciones similares.
Los casos de coronavirus siguen aumentando en Carolina del Norte. Más de 87 mil personas han dado positivo en las pruebas de COVID-19 y mil 510 personas han muerto, informó el estado el lunes.
Efectos a largo plazo del consumo de alcohol
El consumo de alcohol es la tercera causa prevenible de muerte en Estados Unidos, después del tabaco y las dietas deficientes, según el National Institute on Alcohol and Alcoholism. Casi el seis por ciento de las muertes en todo el mundo en 2012 estuvieron relacionadas con el consumo de alcohol, señaló la Organización Mundial de la Salud.
"La gran pregunta es si las normas relajadas sobre la venta de alcohol pueden volverse permanentes después de la pandemia", dijo Barbosa. "Si estas medidas no se revierten después de la pandemia, tienen el potencial de aumentar el consumo de alcohol a nivel poblacional y los correspondientes daños a largo plazo".
Kurtis Taylor, director ejecutivo del Alcohol/ Drug Council of North Carolina, dijo que la pandemia del coronavirus está causando un estrés y una ansiedad que hace que algunas personas quieran beber más.
"Creo que el aspecto del confinamiento ha tenido efectos devastadores y a largo plazo; y de muchos de ellos aún no hemos visto los resultados completos", indicó Taylor en una declaración a NandO. "La gente está desarrollando problemas de los que no se podrán librar fácilmente".
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