Si bien la “Cúpula de Hierro” es famosa por derribar cohetes disparados por Hezbollah y Hamás, se necesitaron sistemas antimisiles mucho más avanzados para interceptar el enorme bombardeo que Irán envió a Israel.
Casi todas las amenazas que Israel interceptó fueron derribadas por aviones de combate equipados con misiles aire-aire; o por el David's Sling, un sistema de defensa aérea utilizado para rastrear y eliminar drones y misiles de medio alcance; o por los misiles Arrow 2 o Arrow 3, que están diseñados para destruir misiles balísticos en el espacio.
Israel también contó con la ayuda de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Jordania.
Según los medios israelíes, ni un solo dron o misil de crucero disparado por Irán y sus representantes logró pasar. Y sólo unos pocos de los misiles balísticos más avanzados de Irán alcanzaron a Israel.
A pesar de enfrentar un ataque directo de Irán por primera vez en la historia moderna, Israel sufrió muy pocos daños.
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