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    viernes, 22 de enero de 2021

    El Presidente Biden quiere quitar palabra polémica de las leyes estadounidenses




    Es solo una parte pequeña de la amplia reforma inmigratoria que impulsa el presidente Biden.

    Pero su significado simbólico es enorme.

    El proyecto de ley propuesto por Biden, si se aprueba, eliminaría la palabra «extranjero» (alien) de las leyes de inmigración de EE.UU. Sería reemplazada por el término «no ciudadano» (noncitizen).

    Es un paso deliberado destinado a reconocer a EE.UU. como «una nación de inmigrantes», según un resumen del proyecto de ley publicado por el nuevo gobierno.

    El término «extranjero ilegal», denunciado durante mucho tiempo por los defensores de los derechos de los inmigrantes como un insulto deshumanizante, se convirtió aun más en un imán durante la era Trump. Algunos funcionarios federales de alto rango alentaban su uso, mientras que varios estados y gobiernos locales tomaban medidas para prohibirlo.

    «El cambio de lenguaje en el primer día de esta administración, con Kamala Harris la hija de inmigrantes, para mí no solo es simbólico (…) es fundacional», dice José Antonio Vargas, un inmigrante indocumentado cuya organización, Define American, promueve representaciones más precisas de los inmigrantes.


    «La forma en que describimos a las personas realmente perdura. Afecta la forma en que las tratamos», dice. «La manera en que hablamos sobre los inmigrantes da forma a las políticas. Enmarca cuáles son los problemas que están realmente en juego aquí. Reconoce que estamos hablando de seres humanos y familias», explica.
    Lo que dicen las leyes ahora

    El Código de Estados Unidos define en la actualidad «extranjero» como «cualquier persona que no sea ciudadano o nacional de EE.UU.».

    En el pasado, algunos funcionarios han señalado la prevalencia del término en las leyes estadounidenses para defender las elecciones de palabras que hacían.

    En 2018, el exsecretario de Justicia Jeff Sessions instruyó a los fiscales para que se refirieran a alguien que se encuentra de manera ilegal en EE.UU. como «un extranjero ilegal». Al hacerlo, citó el Código estadounidense en un correo electrónico enviado a toda la agencia.

    El expresidente Trump a menudo invocó el término «extranjero» en sus discursos al advertir sobre lo que él veía como los peligros de la inmigración ilegal sin control.

    Cuando habló en la frontera con México la semana pasada en uno de sus últimos discursos como presidente, Trump usó el término al menos cinco veces.

    «En la administración de Trump éramos el eterno hombre del saco», dijo Vargas. «Siempre que Trump estaba en problemas, comenzaba a hablar de los ‘ilegales’ y a hablar de la frontera», agregó.

    Pero no todos en el gobierno de Trump eran fanáticos del término.

    En una entrevista con el Washington Post publicada poco antes de que renunciara como secretario interino de Seguridad Nacional en 2019, Kevin McAleenan dijo al periódico que evitaba usar el término «extranjeros ilegales». En cambio, dijo que describía a las personas como «migrantes».

    «Creo que las palabras importan mucho», dijo McAleenan, según el Post. «Si alienas a la mitad de tu audiencia por el uso que haces de la terminología, eso va a dificultar tu capacidad para ganar una discusión», agregó.
    No es el primer esfuerzo para cambiar la palabra

    California eliminó el término «extranjero» del código laboral del estado en 2015.

    La ciudad de Nueva York eliminó el término de su estatuto y código administrativo el año pasado.

    En unas pautas emitidas en 2019, la ciudad de Nueva York prohibió el término «extranjero ilegal» cuando se usa «con la intención de degradar, humillar o acosar a una persona». La violación de la directriz podía dar lugar a multas de hasta US$ 250.000, advirtió la ciudad.

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