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    jueves, 25 de febrero de 2021

    Esto es el Colmo: Los Ricos Residentes de Beverly Hills llegan a barrios latinos y de bajos recursos a vacunarse

    Residentes de Beverly Hills y del oeste de Los Ángeles consiguen vacunarse en las clínicas móviles con las que autoridades de Salud del condado tratan de llevar las vacunas a residentes latinos de vecindarios de familias trabajadoras.


    La supervisora Hilda Solís se declaró muy molesta al saber que en un evento de vacunación abierto al público en el Proyecto residencial Ramona Gardens para familias de escasos recursos en Boyle Heights, se encontró a una persona residente de Beverly Hills, y no fue la única.

    El condado envió a ese centro habitacional un módulo de vacunación móvil con unas 600 vacunas para personas mayores de 65 años con intención de llegar principalmente a latinos que residen en la zona y se les ha dificultado vacunarse.

    Pero la supervisora Solís dijo sentirse “muy alarmada de escuchar que personas (que no viven en el proyecto) habían obtenido acceso al código que se había dado a conocer apenas unas horas antes de que se instalara la clínica”.

    Con el código de barras que proporcionó el Departamento de Salud del estado, residentes de otras zonas a las que no estaban destinadas esas vacunas se consiguieron citas a través del portal de internet que activó el estado para ese fin.

    Solís, presidenta del Consejo de Supervisores, denunció que las personas que se cuelan de zonas adineradas a clínicas móviles asignadas para vecindarios de familias trabajadoras, no solamente consiguen hacer cita, sino que “de alguna manera pudieron ponerse en fila antes que las personas a las que estaba destinado” el evento.

    Ese problema ya se había visto anteriormente en eventos en clínicas y módulos móviles al sur y este de Los Ángeles, e incluso la supervisora Janice Hahn, del distrito 4, instó a ver la situación con comprensión.

    Hahn dijo que muchos residentes del condado de Los Ángeles se sienten temerosos ante la pandemia, se desesperan y quisieran conseguir las vacunas cuanto antes, pero la distribución es insuficiente para todos.

    Sin embargo, los resientes del oeste de la ciudad de Los Ángeles sí tienen muchas ventajas para conseguir ser vacunados sobre los habitantes de vecindarios de bajos recursos.

    El director médico de la Clínica Comunitaria Monseñor Oscar Arnulfo Romero, doctor Don García, dijo a La Opinión que muchos residentes de vecindarios de bajos recursos carecen de recursos tecnológicos y económicos, lo que los p0ne en desventaja ante residentes y hospitales del oeste de la ciudad.

    “La mayoría de nuestros pacientes no tienen vehículo propio, tienen que usar el transporte público para trasladarse; así que pedirles que vayan al estadio o a centros de vacunación distantes, para ellos implica grandes viajes y bastante tiempo”, dijo el doctor García.

    “La mayoría son trabajadores esenciales, que no pueden dejar de trabajar e invertir un día entero en ir a un lugar para tratar de conseguir la vacuna”, dijo el doctor. A muchos de ellos tampoco les permiten ausentarse.

    Por otra parte están los pacientes y residentes indocumentados que, pese a que las autoridades de Salud insisten en que pueden vacunarse sin temores, como cualquier otro residente, todavía tienen temor.

    Adicionalmente, ahora que las vacunas se aplican en la fase de personas mayores de 65 años, el doctor García dice que pocos inmigrantes latinos de esa edad usan celulares y menos aún saben cómo navegar en línea para ingresar al portal del estado a hacer citas para que les vacunen.

    García dijo que es, en su mayoría, una comunidad que carece de internet, incluso carece de recursos para pagar ese servicio.

    La supervisora Solís dijo que esta es “nuevamente una situación en la que la falta de acceso a internet pone en desventaja a la gente”.

    Reconoció que “hay quienes no tienen la capacidad de sentarse en casa y trabajar en internet porque tienen que salir y trabajar para poner comida en la mesa. Me recuerda que esta es una sociedad de desigualdad y, odio decirlo, pero de discriminación”.

    La supervisora dijo esperar que el problema de la gente que se aprovecha y consigue vacunarse fuera de su sector debe corregirse antes de que el condado inicie un plan más extenso.

    La directora de Salud en el condado, Bárbara Ferrer, dijo esta semana que se ampliará el número de lugares que se usen como módulos de vacunación para llegar a más población necesitada.

    Por otra parte, al responder a una pregunta precisamente sobre el desplazamiento de residentes de vecindarios ricos en busca de vacunas en barrios de familias trabajadoras, el gobernador Gavin Newsom dijo que va a ordenar que, en lugar de que se utilicen códigos de barras de clínicas o módulos, el estado los proporcione personales o individuales.

    El gobernador no dijo sin embargo si tomará tiempo el cambio.

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